lunes, 20 de junio de 2011

Beijing Beijing, wo ai Beijing

Las comparaciones son odiosas pero es inevitable no hacerlo cuando venis de Japón, China no tiene nada que ver con Japón, y aunque parezca lo contario los chinos no tienen ningun parecido con los japoneses. En cuanto a lo físico los chinos tienen la cara mas redondita y no tienen facciones tan delicadas. En cuanto a la forma de vestir los japoneses tiene estilo, te puede gustar o no, muchas veces resulta extravagante, pero definitivamente lo tienen, los chinos no. Y cuanto a modales realmente tienen códigos muy diferentes a los japoneses y a los nuestros: gritan al hablar, escupen, te pechan, no hablan inglés ni tampóco se interesan por entenderte o ayudarte, "gracias" y disculpe" no son parte de su vocabulario.-

Los chinos verdaremente son muchos y se nota, las horas pico en el metro son una locura, tuvimos la experiencia de navegar en un rio de chinos por los pasillos del metro y de ir como sardinas en el subte. El tránsito es caótico, sumado a la multitud, realmente son muy desordenados para manejar, los peatones cruzan por cualquier lado, los autos doblan en ambos sentidos cuando los peatones cruzan, las bicicletas y motos se escabuyen entre las personas, se entremezclan los bocinazos, las campanas de las bicicletas y los gritos de la gente. Cruzar una de las amplias avenidas de Beijing puede ser toda una riesgosa aventura, sin embargo el aparente caos pareciera tener un orden que no logro comprender, pero que funciona bien ya que nunca vi incidente alguno.

En Beijing parece estar todo sucio, empezando por el cielo, el smog lo tiñe de un color marrón grisaceo que no permite ver directamente el sol y generan una luz extraña que se ve reflejada en las fotos. Los edificios están sucios y como carentes de total mantenimiento aunque sean nuevos, famosos y de arquitectos reconocidos, las estaciones de tren también estan sucias, los supermercados, los restaurentes, los baños sobre todo y los chinos. El aroma a mugre, mezclado con el repugnante aroma de la comida perfuman la ciudad entera, todo por supuesto, potenciado por el calor reinante y el vapor que emerge de las alcantarillas y ventilaciones del subte.

A pesar del calor, el olor y los chinos, Beijing es una ciudad muy bonita. Tiene la grandeza de China en sus avenidas, sus plazas y sus templos. Todo es monumental e impresionante: la plaza de Tian An Men, la Ciudad Prohibida, la Gran Muralla, la Villa Olimpica, son lugares que te dejan boquiabierto y te hacen sentir como una hormiga, en un mar de hormigas chinas. La muralla fue el primer lugar que realmente me impacto sobremanera y la Villa Olímpica con su iluminación nocturna también. Realmente maravilloso, aunque por cierto no le vendría nada mal una lavadita de cara al Cubo de Agua.

Otro de los lugar increible es el Mercado de la Seda: una especie de expo de siete niveles donde se venden imitaciones de marcas reconocidas. La particularidad es que los vendedores te avasallan, te hablan en todos los idiomas y te tocan. Todo comienza con un cortes: "amigo, amigo", allí empienza el regateo, pero si la negociación no va a buen puerto aparecen los insultos en perfecto español "tacaño" o en inglés "idiot" y los golpes con la mano o con la calculadora dónde te enseñan el precio. Es una experiencia imperdible pero agotadora, muchos se fueron super cargados y felices con sus buenas compras, otros agotados y con dolor de cabeza. Yo sólo me compre unas ojotas con el único fin que me soltaran dos chinas que me tenían acorralado en uno de los puestos, prendidas de mis brazos, donde tuve la brillante idea de regatear. Por supuesto hice un mal negocio, pero logré salir, jaja.

El hostel de Beijing definitivamente es el peor que nos quedamos hasta el momento, sucio por supuesto, sobre todo los baños. La conexión a internet era muy mala y ademas en China hay páginas bloqueadas por el estado como el facebook y los blogs. En general todo lo que que tienen que ver con redes sociales. Al parecer el gobierno filtra y restringe mucha información, según nos contó Laly, una mexicana que encontramos en la calle, que vive en Beijing y que generosamente nos hizo de guía por la ciudad prohibida y luego nos llevó a comer a un restaurant de dudosa higiene y no muy rica comida. Por suerte existe Mac Donald!

Me costó un poco entender la lógica China, pero realmente me terminó gustanto Beijing, es una ciudad con mucha vida, grande pero abarcable, histórica y moderna al mismo tiempo. Sólo le haría falta un poquito de higiene y podría ser un lugar perfecto para vivir.

sábado, 11 de junio de 2011

Arigato Japón!

Las imágenes imposibles de retener, de localizar un patrón, todo es totalmente diferente a lo conocido, los sonidos de las voces suaves como un canto, los olores dulces de la comida, el pitido del semáforo que indica el cruce para los ciegos, la bocina de las bicicletas, mis sentidos han sido bombardeados con información desde el momento en que pisé el aeropuerto de Narita.

Después del susto incial cuando me dije ¿dónde estoy? y ¿cómo voy a llegar a algún lado? puedo decir que Japón es maravilloso. La gente es re amable y simpática. Te ayudan, te indican y si es necesario, te llevan hacia dónde vas aunque ellos vayan en sentido contrario, se desviven por enterderte y hacerse entender. Son super ordenados, en varios momentos los hicimos colapsar con nuestro desorden y griterío.

Moverte es muy fácil y rápido. Recorres kilómetros sin darte cuenta, el Shinkensen o tren bala de te lleva al toque y se conecta con otros trenes locales y subte para llegar a cualquier lado. Nosotros hicimos base en Osaka y desde ahí fuimos a Kyoto, Himeji, Hyogo e Hiroshima. Las ciudades no tienen fin y es todo un continuo urbano en dónde conviven pequeñas parcelas con cultivos. Todo completamente edificado y con las montañas como marco, realmente hermoso. Igualmente en las ciudades hay verde en todos los rincones con la naturaleza siempre presente. Un verde que no vi en ningún otro lado, como pintado, no se si es por el clima tan húmedo y caluroso pero es un verde como de postal.

El hotel de Osaka merece una capitulo aparte ya que experimentamos la vida en cápsulas! Hombres y "hembras" separados por piso con zonas en común. Lo que resultaba engorroso era tener todo separado: la valija grande en un deposito del tercer piso, la mochila en un locker del 1er piso, los baños parta bañarse y sauna en el subsuelo, los baños para lo otro y las capsulas para dormir en el segundo. Realmente pasaba de un piso al otro acarreando cosas! La capsula en si no tenía más que un colchoneta en el piso, una "sabana sandwiche" rellena de algo abrigado, una almohada de arroz bastante incómoda, tv con porneta y los controles del aire, hora y alarma. La primera noche me dio bastanate claustrofobia pero con el correr de los días logré acostumbrarme y hasta tomarle cariño a mi capsula. ­­
Las duchas eran sentadito con tu duchero telefono y en el medio un jacuzzi dónde reposaban los ponjas, era una imagen bastante bizarra. El inodoro con un montón de botones para que te caliente la tapa, te tire chorrito de agua y vaya a saber que cosas más.

La comida es una sorpresa, vas al super y elegis al tun tun, nunca sabes que gusto va a tener, comí algunas cosas muy ricas y en otros casos me llevé terrible chasco, igualmente siempre se puede recurrir a las pastas o el clasico y salvador Mac Donalds. Una de las cosas raras que comí y que te la cocinaban en el momento era una especie de crepps, relleno de verduras, brotes de soja, fideos y con tapa de huevos y salsa de soja, muy rico. Igualmente no logro dominar el tema de los palitos!

Acá hay maquinas expendedoras de lo que quieras y por doquier: bebidas, cigarrillos, boletos. todo se hace por medio de una maquina y hay en todas las esquinas.

Esta semana ha sido dedicada a Tokio, no se si hay radiación o no, pero la gente hace vida completamente normal más allá de algún tapabocas y realmente son muchos, muchos, muchísimos. Si te detenes por unos minutos en una estación de tren podés ver miles de personas moverse sin parar.

Lo que si se ve parcialmente afectado es el tema de la iluminación, por un tema de restricción energética: parte de la cartelería y luminarias no están funcionando por lo que no impacta tanto como en las películas. Igualmente es muy disfrutable caminar en la noche por Ginza.

Hay compañeros que dicen haber sentido un temblor, yo realmente nunca me di cuenta pero según dicen que suceden todo el tiempo y muchos de ellos pasan inadvertidos. Ya estoy en la cuenta regresiva de Japón pero muy feliz de haver venido, el martes ya estaré volando a China, por suerte todavía falta mucho camino por andar.

lunes, 9 de mayo de 2011

En Plenos Preparativos...

Tan sólo restan unos pocos días para empezar esta gran aventura.

Parece mentira que ya estoy por emprender este viaje... después de tantos años de rifas y de espera!

Con una gran expectativa de conocer todos esos lugares, sigo aprontando las cosas, aunque parece imposible armar una valija que contenga todo lo necesario para tanto tiempo.

¡Muchas gracias a todos los familiares, amigos, y todos los que compraron rifas, por ayudarme a hacer realidad este sueño!

A través de este blog pretendo compartir con ustedes esta experiencia y que puedan, de algún modo, viajar conmigo.